domingo, 9 de junio de 2013

Praga - Viena, vacaciones.1

Para mí, unas vacaciones no son unas vacaciones si no incluyen viajes, mochilas, caminatas e improvisación, mucha improvisación.

Para empezar nos metemos en un autobús a las siete de la mañana después de haber alternado la noche anterior en Budapest, dirección a Viena, a casa de Lena, una chica estupenda que conocí el último san Juan en Málaga (austriaca por supuesto) y que nos acogió (a mí primero y a mis compañeras de viaje después) que, ¡sorpresa! Tiene una foto tamaño póster de esos días en Maro colgada en su cuarto (que ilusión que me hizo) y así,  con mucha atención nos dio de cenar y donde dormir después de visitar la ciudad de sissí. Capital del imperio Austro- Húngaro durante muchos años que aún mantiene ese porte de palacio-tamaño-ciudad y unas impecables maneras, ciudad impoluta llena de carruajes y grandes plazas con edificios de piedra blanca.
Visitamos el palacio de invierno, el de verano, el de los domingos y el de después de comer (dato curioso, uno de los edificios más importantes del centro histórico es ahora la biblioteca nacional) y aunque nos llovió de lo lindo, disfrutamos la visita hasta que nos dolieron los pies.
Y después, de nuevo al bus a hacer kilómetros rumbo noroeste a Praga, como apunte decir que el bus, además de barato, es el más cómodo en el que he viajado, tenía pantallas individuales con un menú enorme de películas para ver en checo y en inglés (yo elegí inglés por eso de la versión original, obviamente) y un azafato que venía cada hora a ofrecernos chocolate caliente y café. Pero lo mejor de todo… ¡tenía baño!



Y llegamos a Praga  con unas grandes expectativas ya que dicen que es la ciudad más bonita de Europa, por encima incluso de mi nuevo amor Budapest. Yo, escéptico, tardé un día y medio en darme cuenta de que así es, y es que donde Budapest es una ciudad de mitos, Praga es urbe de cuento de hadas. Cada esquina, cada recodo es diferente. La plaza del casco antiguo, la torre del reloj, el puente de San Carlos, el barrio judío, el castillo. Da igual desde que colina veas la ciudad, es igual de bonita desde todas partes, y no importa el tiempo que haga (uno de perros que nos hizo a nosotros) Praga es fantástica.
Imaginad si llovió, que el río estaba desbordado y el ejército checo tuvo que movilizarse para construir muros de contención para frenar el agua. Esto ha ocurrido en República checa, Eslovaquia, Austria, Hungría y el sur de Alemania. Pero esta gente estaba bien preparada después de las inundaciones de 2002. Esto pasa en Málaga, y se arruinarían todos los comercios menos el de los hidropedales. 

En Praga nos quedamos en casa de Katka, una de las participantes que vino al curso de comunicación, artista circense y profesora de artes circenses con una ONG, con un pasote de casa y mucha hospitalidad.
Y como lo del síndrome post-vacacional es para perdedores, aquí llegamos de las vacaciones y nos ponemos a trabajar y a recoger votos por los institutos de la zona para un proyecto de egyesek para el año que viene, ¡a ver si hay suerte!
La próxima parada, el campamento de voluntariado, seremos unos treinta voluntarios durante tres semanas para trabajar en las tanodas de cinco pueblos diferentes de la zona, con un acto municipal incluido y todo, es la actividad más importante de estos seis meses, así que nos esperan un par de semanas intensas de preparación, y después… ¡Vacaciones de nuevo!
Y sin más, me despido deseándoos una feliz entrada del verano, que ya está al llegar.



Un abrazo enorme y… ¡Sziastok!

jueves, 23 de mayo de 2013

Live in Tanoda



¡Sí! Por fin hemos empezado a trabajar con los niños en las tanodas! Concretamente en Rimoc y nagylok, dos pueblos bastante cerca de Holókö, y Budapest tendrá que esperar porque hoy quiero hablar de estos chicos que nos vienen a aguantar a las sesiones de juegos.


Una panda de lo más variopinta, todos gitanos, o casi todos, de entre ocho y 18 años, con una fijación curiosa con las expresiones “Ai loviu” y “mony mony” (lo primero que nos dijeron en inglés) pero eso sí, son nuestros mejores profesores de húngaro.
Que hablando en húngaro, (o de Húngaro, porque todavía no quizco ná) ya hemos empezado también con las clases, y madre mía, nada que ver con español, francés, alemán o inglés. ¿como si me metiera ahora a estudiar física nuclear? Pues lo mismo.) Pero no aspiro a más que ser capaz de ir a comprar pan por mi cuenta sin que piense el panadero que estoy faltándole a su señora madre, y eso creo que puedo alcanzarlo, vamos digo yo.
Por el camino, volviendo a los niños, la cultura gitana en Hungría es un poco diferente a España. Para empezar todos hablan romaní, pero el lenguaje entero, y es que aquí hay pueblos con un 95% de población gitana, principalmente los que bordean con Rumanía y Eslovaquia.
 Y qué decir, les encanta bailar y cantar (aunque de flamenco no he oído nada) Son chavales como otros cualquiera, con sus amores, sus bravuconerías y sus remilgos. Sus titubeos y sus entusiasmo, sus ídolos (Messi, Ronaldo, Beyoncé, Lady Gaga…) y sus piques.


Y poco a poco nos vamos haciendo un huequito por allí (bueno, menos Aida, Aida se hizo el hueco para la mitad del primer día).
Esta semana es la semana de los niños, por lo que pasamos mucho tiempo jugando con ellos y para el sábado hay programada una gymkana con un montón de pruebas y premios





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Y para la semana que viene… Vienna! A ver a mi amiga Lena! Y después a Praga, ¡a descubrir si de verdad es la ciudad más bonita de Europa! que si tiene algo del encanto de Budapest, ¡yo ya me doy más que por satisfecho!

Y sin más me despido, así que…

Szia!



PD: el pájaro es de un stop motion que hemos hecho para la presentación de la tesis doctoral de una amiga, en cuanto sea capaz de mandárselo lo subo para lo que veáis!

miércoles, 1 de mayo de 2013

Humour on diversity o "La casa de Gran hermano".


La primavera ha llegado a Hollókö, y con ella el curso “humour on diversity” un curso de diez días de duración sobre técnicas y métodos de comunicación, estilos de aprendizaje y comunicación efectiva. Lo que se traduce en treinta locos (unos más y otros aún más) 24 horas al día en una casa perdida en el monte haciendo ejercicios de comunicación verbal, no verbal, matching, contact improvisation, moon Walker… en fin, algo así como un gran hermano internacional con alguna base teórica  de por medio.





Y de repente aprendes dónde están Azerbaiyán, Armenia, Macedonia, Letonia, Georgia, Ucrania, Kosovo y Croacia, aprendes a bailar como se baila allí y aprendes que quieres ir a todos esos sitios al menos una vez en tu vida.







Por diez días nos olvidamos de lo que es la vida tranquila de Hollókö para dedicarnos a aprender de día y bailar de noche, incluyendo encuentros de carnívoros (los macedonios tenían serios problemas con la dieta vegetariana) fuegos de campamento, discoteca balcánica, desafíos para hacernos entender en ciudades donde nadie habla inglés (o casi nadie) 





y para terminar, una nueva visita a mi querida Budapest, de la que hablaré más profundamente en el próximo post, por ahora me despido que están a punto de llegar los participantes del training de baile, así que…

Adios a todos!!








jueves, 11 de abril de 2013

más allá del Danubio...






Hemos pasado de la ciudad más grande de Europa  a un pueblo diminuto al norte de Hungría, en un lugar donde el sol da cada mañana y por la noche hay ciervos junto a la carretera,  a una hora de una de las ciudades más bonitas que he pisado nunca




déjenme hablarles de un Lugar llamado Hollókö:

Se trata de una minúscula localidad de la región de Nograd, al norte de Budapest cerca de la frontera con Eslovaquia, en Hungría. Hollókö significa la roca del cuervo, y su nombre viene de una leyenda que se desarrolla en el castillo, que, aún deteriorado, permanece erguido dominando el paisaje alrededor.





Según esta leyenda, Andras Kacsics, un señor de la guerra que hace mucho tiempo dominaba esta región, raptó a una bella doncella del pueblo y la llevó a su castillo, situado cerca de la pequeña ciudad. Pero lo que Andras no sabía era que la vieja sirvienta que asistía a la doncella era en realidad una bruja, la cual hizo un pacto con los hijos del diablo para liberar a su amada señora. Éstos, bajo la forma de grandes cuervos negros, arrasaron el castillo hasta los cimientos y rescataron a la mujer, pero no se quedaron ahí, y con las rocas del viejo castillo construyeron en la cima de la colina uno nuevo, desde el que la dama gobernaría la ciudad y el valle. Desde entonces, se dice que los cuervos son los protectores de la ciudad, y que las mujeres, descendientes de esta señora y su sirvienta, tienen y siempre tendrán magia corriendo por sus venas.




Hungría es un país que gusta de leyendas y gestas heróicas, donde todo es grandioso pero al mismo tiempo se encuentra al alcance de la mano, donde se respira cierto aire a cuento de hadas, donde aún se cree, sin miedo a equivocarse, que ser grande no significa ser más.



En un sitio así da comienzo mi voluntariado de seis meses, trabajando con jóvenes y niños y colaborando con otros tantos proyectos al mismo tiempo. Hoy hemos tenido una reunión en Budapest con otros EVSrs, mañana iremos a cooperar con un proyecto de construcción ecológica y el martes comenzaremos el curso de comunicación no verbal de dos semanas e duración.



¿Qué cómo me siento?

Estoy justo donde quiero estar.

domingo, 24 de marzo de 2013

La “kooza” te deja “Hollokö”

Una eternidad sin escribir, dijeron, éste no tiene vergüenza, afirmaron.

Con toda la razón del mundo, y sin excusas, sólo el antiguo dicho que solemos usar en los campamentos scouts: La falta de noticias, son buenas noticias.

Y es que los últimos meses en Londres han dado mucho de qué hablar, desde fiestas locales, como el año nuevo chino o Saint Patrick’s Day (Que aquí es un espectáculo como pueden ser los reyes magos en Málaga) A mis vacaciones pasadas por Budapest, Hollokö y Madrid.

Y sí, ahora viene la pregunta, a la que le temo: ¿Y por qué no Málaga?
Y a continuación la respuesta:
Porque es muy fácil morirse de nostalgia cuando se está fuera, hay muchas cosas que se echan de menos, pero mi manera de sobrevivir reside en disfrutar de lo que se tiene cerca. Quiero echar de menos a mi gente y a mi tierra, pero lo justo y necesario como para aprovechar también todo lo que me encuentro por el camino. Por eso, y teniendo el cambio de tercio tan cerca, decidí dedicar mi semana libre al preludio de lo que después será el proyecto en Hungría y a acercarme a España a ver a nuevos y viejos amigos, dejándome cautivar por cuarta vez bajo el Gran Chapiteau del Circo del Sol, esta vez en Madrid, esta vez con Kooza, que nunca decepciona.

Hollókö es el lugar donde pasaré los seis meses siguientes trabajando para Aieseck, una asociación que da soporte a los jóvenes de la zona y los anima a ir a la universidad, ejercer voluntariado y buscar nuevas actividades de ocio saludables y sostenibles.
Además de eso tendremos los llamados “Trainings” Actividades de dos semanas de duración basadas en talleres de baile, de comunicación no verbal, de reciclaje, de desarrollo de la creatividad, y muchos más.
Y sobre todo podremos proponer nuestras propias actividades, a las que podamos dar salida con el soporte de la asociación para cualquier cosa que pensemos puedan ser positivas para los chicos y chicas de los pueblos de alrededor.

Y Budapest… Madre mía… es… como París… no sé cómo transcribirlo, pero creo que me he enamorado de esa ciudad y eso que sólo estuve una tarde en ella.  Ya le dedicaré más tiempo y palabras cuando las encuentre. Porque pienso ir allí a menudo.

Y para terminar un apunte para todos los que han venido a Londres en estos días:
Paula, Jaime, Gerardo, Nereida… fui a ver el fantasma de la ópera… ¡Por 18 libras! (Lo siento, lo tenía que decir…)
Patri querrida y su abrigo-uniforme de viaje…
Jessica y su pelo suelto, bebiendo mucha agua y corriendo a todas partes…
Y próximamente… (o eso espero…) Caro! Gracias por acogerme en Madrid! Yo te acojo en Londres!




















Y en Madrid, La Kooza Más bonita del mundo: Aitana, con su séquito Alex, su ilustrísimo sr Hornillo, E-Badillo y Alberto.

Y ahora sí! En una semana y poco voy para Málaga a coger carrerilla para el proyecto que empiezo el día 7 de Abril.
Y como dice mi madre: ¡Niño! ¡Deja de moverte! ¡Que pareces mellizos!
¡Un beso enorme a todos y nos vemos pronto!



martes, 8 de enero de 2013

Navidades en el exilio


Del 24 de diciembre al 6 de enero hay un período que muchos odian, a otros les encanta y otros tantos ven con ojos indiferentes, a la navidad se le llama de todo: falsedad, ilusión, magia, consumismo, hipocresía, inocencia, amor, reencuentro… pero en realidad, desde mi punto de vista, la única palabra que puedo asociar ahora mismo con la navidad es “familia”.
Porque una calle llena de luces, música navideña, todo rojo, blanco y verde, árboles y demás, no tienen ningún sentido si no tienes a los tuyos cerca. No importa cuántos regalos compres, o cuánto dinero te gastes, porque lo importante no es lo que compras, sino para quién lo compras, o lo que cenes esa noche, sino con quién lo cenes.
Y es grande el desamparo que siente un español en Londres el día seis de enero. Aquí no hay niños en los parques estrenando sus coches teledirigidos, ni paseando con sus familias, ni pedaleando por primera vez en su reluciente bici del decathlon. Ponle la marca que quieras, el precio que quieras, la edad recomendada y las instrucciones de uso que sean, lo importante no es el juguete, o la ropita nueva, lo importante es la cara que se le queda al que lo recibe y la sonrisa que viste el que lo da.
Pero sin embargo, hay métodos para olvidarse del desamparo, para acercarse un poco más a los que están lejos y a los que están cerca, y el servicio de correos de su majestad es estupendo para ello.
También, claro está, están tus compañeros de exilio, aquellos que nos quedamos por motivos diversos en Londres el 25, el 31 o el 6 y que, como irreductibles íberos no nos dejamos achantar y nos traemos la navidad con nosotros.

Son curiosas las preferencias, y es que en navidad fuimos cuatro, mientras que en Nochevieja nos reunimos catorce, y bueno, ya para reyes estaba todo el mundo.
Eso sí, nada de privarse del sabor de los dulces navideños, el jamón, el queso, el solomillo, las croquetas, los canapés, la tortilla… todo gracias al lovely flat y sus ocupantes, una especie de comuna hippie, sin hippies, pero con mucha comuna.



Corrió el Lambrini, la cerveza y lo que se nos puso por delante, y el 31, yendo ya bien cargaditos, nos fuimos a felicitar a su majestad el año nuevo en el Buckingham Palace con unos espectaculares fuegos artificiales. Y ni boxing day, ni newyear’s day en muji fueron capaces de reducir a menos de 11 horas la fiesta de año nuevo, que se dicen pronto, pero se pasan volando.  Y la noche de reyes, en vez de acostarse tempranito nos pusimos finos de pulpo a la gallega, gulas, raxo, patatas alioli y croquetas de jamón en el (atención) centro gallego de Londres, con concierto de gaita, muñeiras y queimada con conxuro incluido, a grito de Luuume! En una noche de reyes que nunca me hubiera imaginado.


Y yo quiero mi regalo, y lo quiero cuanto antes, mejor.

y es tener noticias de cierto paquete procedente de oriente que tiene que llegar en breve a Málaga y que me va a tener en vilo hasta el último día.
Además, en una semana llega mi querida leti, que va a hacer carrera como diseñadora artística en tierras británicas como una campeona, aunque al principio tenga que lavar todos los platos entre tottenham hale y Chelsea.





Y con mucha luuuumeeee! Y mis mejores deseos para este 2013 me despido hasta la próxima. See you!!

PD: Días en tottenham Hale: 44 puñaladas: 0 eso sí: cristales rotos por intento de robo: 2, pero sin consecuencias, y que se atrevan! 

viernes, 21 de diciembre de 2012

Los Reyes

Hay algo muy serio que tengo que decir, esto va a sonar duro, sé que algunos no me lo vais a perdonar pero ahí va...
Los reyes, son los padres.
ah, no, perdón...
Los reyes, son MIS padres.

Porque al llegar a casa me he encontrado con una caja, la caja llevaba mi nombre, y como remitente el nombre y la dirección de mis padres en Málaga. Dentro olía a navidad, a dulces, a ojaldrina a turrón, a queso, a lomo, jamón, salchichón... olía a casa, a mi casa. En la etiqueta ponía que pesaba seis kilos (sí si, seis kilos), y los de correos se lo han tragado, buena jugada papá, no se han dado cuenta básicamente porque no han mirado en el sobre que venía pegado a ella, porque ese sobre debía pesar mucho más, ya que al abrirlo, mi gente ha saltado de dentro, me han sonreído, me han dado el abrazo más fuerte, hemos echado unas lagrimillas juntos y se han vuelto a esconder. Sí, sí, así como lo oyes, con letra de médico han desfilado mis padres, mi abuela y mis hermanos, incluso el canijo se me ha echado encima en ese instante.

Alguien que es capaz de meter toda su casa en un trozo de papel y mandarla miles de kilómetros al norte tiene que tener superpoderes, o al menos magia, por eso, empíricamente puedo demostrar que los reyes magos son mis padres, y que entre reyes, magos, y padres, de lo que más orgulloso me siento es de que sean lo último.

Allí estoy yo, aquí estáis vosotros.

Y hoy no se acaba el mundo, empieza la navidad!