domingo, 17 de abril de 2011

Dusseldorf (Porque nunca seré alemán.)




¿Por qué nunca seré Alemán?

Bien, antes de responder a esa pregunta tengo que contaros cómo funciona la “Mensa” en mi universidad:

Existen diferentes menús a elegir, normalmente tres: uno vegetariano, uno no vegetariano y otro de ensaladas. El menú de ensaladas es como un bufet en el que te puedes montar una ensalada con lo que tú quieras, desde alcaparras hasta champiñones, pasando por pasas, tiras de beicon o piña.

Hasta ahí vamos bien, todo normal, el problema es cuando llegamos a los otros menús.

Tienes que ponerte en la cola correspondiente para tu menú, esperar el turno y cuando llegas sólo tienes que coger la bandeja ya preparada (no platos, bandeja, como la de los hospitales, con huecos para la comida.) de una cinta transportadora. Luego avanzas unos pasos hasta una máquina para pagar con tu “MensaCard”, donde sólo hay una mujer que controla con una mirada si realmente has pagado. ¿Qué significa esto? Pues que tienes un menú completo sin haber cruzado una mísera palabra con otro ser humano. Sin un “gracias” un “hasta luego” un “disculpe” ni siquiera un escuálido: “¿Más kétchup?” y es que los alemanes son ordenados, amables, eficientes, limpios y cumplidos. Pero tienden a llevar estas cualidades al extremo, lo que los hace realmente intransigentes con lo que se salga de la norma y en algunos momentos los aleja demasiado para mi gusto de los pequeños errores típicos de los humanos para acercarlos

a la perfección fría de las máquinas.

No, Gracias. Me encantaría ser tan eficaz y trabajar tan bien como ellos, ser igual de ordenado y cumplidor, pero si para ello tengo que eliminar la picardía andaluza, el a veces patético orgullo español, la frescura del sur y todos sus defectos, prefiero quedarme como estoy.

Y es que me gusta equivocarme, me gusta necesitar a la gente, me gusta pararme un rato a escuchar mi canción favorita aunque por ello llegue tarde al café. Me gusta más una charla en la terraza que una hora de jogging, como también me encantan cada uno de mis defectos, que si me pongo a contar me daré cuenta de que son demasiados.

Pero también son tremendamente míos, huelen a mar, huelen a mediterráneo, a sol, a olivos y a viñas, también huelen a jazmín, a naranjos y a sal.

Y aunque a veces huelen a alcantarilla recalentada por el sol y a mierda de caballo me siguen gustando tal y como son, imperfectos como los Andaluces, pero, más auténticos, más cálidos y más felices por naturaleza, es decir, mucho más humanos que la mayoría de los Alemanes.

Por suerte, existen y siempre existirán las excepciones.

Y me he encontrado con muchas de ellas, con los que vamos a hacer dos representaciones en julio. Por ahora tengo que elegir tres personajes diferentes para elegir el que finalmente voy a representar. Primero he pensado en representar a un vendedor de patatas un poco tontito (si, se me daría muy bien :p) que trate de resolver todos los conflictos y de intervenir en todas las conversaciones con patatas. Mi segundo personaje es un comerciante extranjero que hable alemán con un acentazo español muy pronunciado (adivinad por qué :p) e intente siempre regatear y timar a los viandantes. Y aún tengo que pensar en el tercero, pero sobre todo tengo que escribir algunas frases típicas de los personajes y aprendérmelas en alemán. Puede que incluso cantemos. ¡¡Me encanta!!

Y el descubrimiento de esta semana ha sido: ¡Düsseldorf! ¡ Menuda ciudad! Es como una mezcla entre Kóhln y Berlín, con un montón de rincones por descubrir, sólo tenéis que ver las fotos para entender de qué estoy hablando. Que por cierto, va a ser la sede de Eurovisión 2011, para aquellos a los que les gusten estas cosas, lo mismo me doy un paseo por allí para ver como se pone aquello a reventar de amantes del pop y del sentimiento europeo.

Y después de un domingo de relax o “Lazying Sunday” sólo me queda decir…

Stchüss!!



PD: ¿Alguna vez habéis buscado a Wally? ¡Está en Düsseldorf!


1 comentario:

  1. Jajaja, como muestra del contraste cultural, yo no consigo pedir nada en mi Mensa sin que 4 camareros estén intentando ligar conmigo al mismo tiempo!!!! Es totalmente verídico, mientras uno de dice " Olé España" otro de dice " Bella bionda" o cosas por el estilo... :) Será que somo del sur...

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