lunes, 25 de abril de 2011

Pascua (cuando el tiempo dice que sí)


Digamos por un momento que las procesiones en la semana santa de Málaga se han visto afectadas por una lluvia muy inoportuna, digamos que este año no ha salido ni el resucitado, y digamos que la mitad de los malagueños (la mitad cofrade) está haciendo llamadas anónimas amenazando a todos los miembros del servicio meteorológico.

Tremendo ¿Verdad? Personalmente no soy muy de estas cosas, aunque me da pena por aquellos que sí sientan ese fervor. Pero aún más tremendo es si os cuento que aquí, a 2.500 kilómetros hacia el norte, donde hace dos meses se congelaba hasta el estanque de los patos, me he pasado una pascua de sol, barbacoa y terraza que te cagas.

Y es que parece que el tiempo ha decidido decirles que sí a los alemanes y hasta he cogido un poco de color.

La semana empezó con mi primera clase de taekwondo, una tortura, definitivamente no estaba preparado, ni mis pies tampoco, creo que tres ampollas son suficiente prueba.

Las agujetas de después me duraron tres días. Destrozado a nivel físico y a nivel anímico al ver las toñas que pegaban los del curso avanzado. Soy posiblemente el que peor fondo físico tiene de toda la clase, incluyendo a un chaval con parálisis parcial, a un hombre de cuarenta y cinco años y una chica que mide metro y medio, lo más razonable es que deje esto de las patadas para los que sepan darlas, pero claro, tampoco es que sea yo demasiado razonable, así que allá que voy mañana con mi segunda clase. Con tener dos ampollas en vez de tres, por ahora, me conformo, ya iré aprendiendo poco a poco lo demás.

Y el resto han sido barbacoas en la terraza, Picnic en el parque, alguna que otra fiesta, sol, mucho sol, y huevos de pascua rojos que he aprendido a hacer de una manera muy original y muy ecológica.

Creo que aquí la pascua es una fiesta para disfrutar en casa, con un fin de semana de cuatro días en el que no se veía ni una celebración ni una tienda abierta por la calle, eso sí, los árboles llenos de buenos deseos y de huevos de colores y conejos por todas partes (de mentira, claro, los de verdad se esconden mejor).


En cuanto a la fiesta, esta vez hemos incluido un elemento a las típicas fiestas de universitätstrasse, ¡Un tema! En este caso: Unfashinable Party, a la que todos teníamos que ir lo más horteras posibles, y los que no, lo más extraños. ¿El resultado? Sin comentarios.

Y esperando llevarme el sol para Málaga el día 28, sólo me queda decir algo así como:

Stchüss!!


PD: Aquí os dejo un vídeo muy cortito acerca de lo que se ve desde mi ventana.

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